¡HOLA A TODOS!

Cómo estáis?

Bienvenidos a mi blog, si habéis llegado hasta aquí os invito a quedaros y a echar un vistazo. Como temática principal realmente no tiene ninguna, simplemente me gusta hablar de cosas que pasen en mi vida, cosas que me molesten, cosas que me gusten... ¡Todo! Así que, quedaros un ratito y mirad lo que os pueda interesar.

Besis,

Dieciséisdeldiez.

domingo, 31 de enero de 2016

Cosas que odio de una relación.

Esta entrada tiene un significado especial para mí, ya que todas las cosas de las que hablo han estado presente en alguna de mis relaciones. Creo que es verdaderamente importante que estas cosas se tengan en cuenta, porque más que ayudar a la relación, la destruyen. 

He enfocado las cosas a otro punto de vista del que se suele hacer normalmente, ya que creo que es bastante importante hacerlo de este modo. He visto muchos posts hablando de cosas parecidas en una relación, pero casi en ninguno hablaban de lo que a mí realmente me interesaba. 


1º. Que tu pareja no tenga la suficiente confianza para contarte las cosas.

La confianza es el pilar fundamental en el que se basan las relaciones, por tanto, es muy importante que exista. Si un integrante de la pareja no es capaz de contarle al otro lo que siente o piensa, entonces no hay confianza. Por eso es algo que me molesta de las relaciones. Porque cuando tú le preguntas al otro si te tiene confianza te dice que sí, que confía ciegamente en ti, pero después resulta que no lo hace. ¿Qué mierda de confianza es esa?



2º. Que tu pareja te diga lo perfecta que eres.

Nadie es perfecto. La perfección no existe. Es algo que buscamos continuamente y que creemos encontrar cuando estamos con una persona. Pero no es así, solo nos estamos engañando a nosotros mismos mientras idealizamos a nuestra pareja. Yo odio especialmente que me digan que soy perfecta, porque yo me conozco mejor que nadie y tengo más cosas malas que buenas. ¿Entonces, por qué soy perfecta?



3º. Que tu pareja no te de privacidad.

En una pareja creo que se necesita cierto grado de privacidad e independencia social. Por supuesto, que esto exista o que no, viene dado de la mano junto con la confianza, que ya la he nombrado antes. Esto de la privacidad lo estoy enfocando, más que nada, a las redes sociales, las amistades y el móvil. No creo que sea sano para una relación estar todo el día encima de lo que hace el otro. No creo que sea normal tener que saber qué habla el otro y con quién en todo momento. Puede que quien lo haga piense que su pareja puede serle infiel, pero que se hable por el móvil, por Facebook, o por cualquier otra red social, no significa que haya infidelidad de ningún tipo. Y lo mismo pasa con las amistades. Creo que una pareja tiene que tener sus amistades en común y sus amistades por separado.



4º. Que tu pareja no te de espacio para ti.

Lo que he dicho anteriormente me lleva a este punto, y es que creo que todos necesitamos pasar un mínimo de tiempo alejados de nuestra pareja. Creo que es muy importante dedicarnos un tiempo fuera de la relación, con amigos o con lo que sea. No es bueno estar todo el tiempo con tu pareja, podría llegar a cansarte y esas ganas de verle tan bonitas podrían llegar a dejar de sentirse. Además, siempre habrá actividades que querrás hacer por tu cuenta, sin que tu pareja se vea involucrado. Y espacio no significa infidelidad.


  
5º. Que tu pareja esté celosa sin motivos.

Los celos infundados son el cáncer de una relación. Si tu pareja no te ha dado motivos para pensar algo que te pueda provocar celos, ¿entonces para qué sentirlos? ¿Qué necesidad hay? Con esto no me estoy refiriendo a no responder a los mensajes cuando está contigo, si no los responde es porque precisamente está contigo y el tiempo que está contigo no se lo va a dedicar al móvil o porque considera que quiere tener su privacidad, como ya he dicho antes.



6º. Que tu pareja te haga regalos para que le perdones.

¿Estamos tontos o qué? ¿Desde cuándo las cosas se solucionan con un regalo? Soy de las que piensan que un regalo no arregla los problemas, que los problemas solo se solucionan poniéndolos sobre la mesa y hablando de ellos. Hablar es la única forma que tenemos de entendernos, así que si no se habla y nos escudamos en hacer regalos al otro, entonces la relación está condenada a fracasar.



7º. Que tu pareja te diga que le das la vuelta a las cosas.

No hay nada que odie más que discuta con mi pareja y ésta me diga esa frase típica “le estás dando la vuelta a la tortilla” cuando solo estoy defendiendo mi argumento, igual que él defiende el suyo. Que defienda mis palabras no quiere decir que le dé la vuelta a las cosas, sino que yo pienso de forma distinta. Hay muchas veces en que las parejas se intentan convencer unos a otros de que sus argumentos son mejores, quizás por eso a veces se utiliza esa frase. Pero, ¿Dónde ha quedado eso de respetar la opinión de los demás? ¿Acaso es más importante ganar una pelea que respetarse?



8º. Que tu pareja se piense que por ser mujer, todo lo que dices es lo contrario de lo que piensas.


¿Pero qué tontería es esa? No sé en qué cabeza tiene sentido eso, pero en la mía desde luego no. Cuando yo digo algo es porque quiero decir lo que estoy diciendo, no que piense lo contrario. ¿Para qué voy a hacer las cosas más difíciles de lo que ya son en una relación? Es que no tiene sentido. En una pareja debe haber la suficiente confianza como para decir directamente lo que se piensa y no tener que recurrir a una psicología inversa barata.



Recordaros que podéis dejar un comentario opinando sobre el contenido de este post, si estáis de acuerdo como si no. Estaré encantada de leer vuestros comentarios y responderé con ilusión.

Besis, 

Dieciséisdeldiez.

Mi vida es un desastre.

Mi vida es un completo desastre: siempre hay más penas que alegrías y cuando creo que algo va bien, es al contrario. Pero, ¿y qué? Es mi vida. Si me vengo abajo y me dejo comer por lo negativo, entonces, ¿ qué será de mí? Hay que sobreponerse lo más rápido posible y darse cuenta de que siempre se le puede sacar más partido a la vida. Hay que darse cuenta de que de una situación negativa siempre se pueden aprender y mejorar cosas, al igual que ocurre con los errores.

Me gusta errar, porque si no errase no sería un ser humano que está aprendiendo a vivir, porque no existe la perfección. Me gusta errar porque se que es la única manera de darme cuenta de lo que hago bien y mal, y de las consecuencias que tienen mis actos. Estoy aprendiendo lo que es la vida, así que con cada error, estoy más cerca de darme cuenta de lo que necesito para ser feliz.

De nada me sirve lamentarme por el desastre que es mi vida. Si me paro a pensar todas las vidas tienen su perfecto desastre, y aunque parezca mentira, ese desastre consigue que te desvivas por tener lo que quieres, por alcanzar tus objetivos… Por conseguir lo que más de una vez has soñado.


¿Y a ti, te gusta que tu vida sea un desastre?



Recordaros que podéis responder en un comentario a la pregunta que formulo. Os responderé encantada y, por supuesto, todas las opiniones son respetadas. Os invito a reflexionar sobre esto.

Besis,

Dieciséisdeldiez. 

Mañana.

Qué triste es ver como todo lo que alguna vez te ha importado desaparece. Qué triste es darte cuenta de que todo el tiempo que has dedicado a algo que creías lo más importante en tu vida, desaparece. Qué triste es vivir en un mundo donde es más fácil desilusionarse que tener la certeza de que todo irá bien. ¡Qué triste es todo!

Esas son las palabras que cruzan mi mente cuando pienso en ti. Esas son las palabras que mi voz interior pronuncia una y otra vez, sin importarle torturarme de esa manera tan cruel. Esas son las palabras que se han instalado en mi interior, acompañadas de todas las imágenes de lo que algún día tuvimos tú y yo. Algo que me destruye a pasos agigantados, algo que me hace sentir pequeña y débil.

Pero siempre me han enseñado que la vida es dura, que hay más momentos que superar que los que merece la pena recordar. Así que no voy a rendirme. No voy a ser débil. ¿De qué me sirve llorar por las esquinas y lamentarme de lo que pudo haber sido si voy a estar aún peor? Prefiero pensar que si no será, es porque no merecía la pena. Prefiero pensar que la felicidad me llegará mañana y que realmente voy a estar mejor de lo que estaba. ¿Para qué vivir siendo infeliz hoy si con una decisión difícil podré ser feliz mañana? Esa es la mentalidad.

Así que… Puede que hoy me duelas, pero mañana ya no habrá huellas.





Recordaros que podéis dejar un comentario con vuestra opinión o cualquier otra cosa que queráis expresar. Tenéis total libertad para dar rienda suelta a vuestra pluma.

Besis,

Dieciséisdeldiez.